un nuevo día teletrabajando, con botas y encadenado de pies y manos. el Dueño lo ordenó justo después del saludo diario. trabajar con las manos unidas por las manos es difícil, pero esto tiene que acostumbarse a hacerlo.
a las diez el objeto tuvo una reunión, y como en días anteriores, la hizo el objeto con as botas puestas y encadenadas. el confinamiento ha permitido al objeto mezclar estos dos mundo, hacer reuniones simulando ser humano pero manteniendo elementos como las cadenas. es cierto que no es igual y que tiene que hablar y participar pero basta mover los pies y sentir las cadenas para saber que su sitio es otro. a veces el objeto le costó mantener la atención en la reunión pero pudo terminarla.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
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